Hoy Turquía elige quién será su nuevo presidente y las últimas encuestas publicadas el jueves predicen un triunfo opositor, en un escenario de extrema polarización. De un lado el actual mandatario, Recep Tayyip Erdoğan, quien gobierna desde hace veinte años, como reseña este reportaje apologético publicado por la agencia pública de noticiasTRT World. Del otro, Kemal Kiliçdaroglu, calificado por France 24 como un perfecto burócrata, líder del Partido Republicano del Pueblo (CHP) y candidato de la Alianza Nacional, coalición que reúne a seis partidos de disímil procedencia.

Para buena parte de los analistas, el cambio podría tener un impacto geopolítico mayúsculo al reposicionar a ese país en el eje occidental. Por ejemplo, para Alon Ben Meir, investigador del Centro de Asuntos Globales de la Universidad de Nueva York, autor de un dramático artículo publicado el viernes por la revista The Globalist. También el experto de la Fundación Carnegie, con sede en Washington, Alper Coşkun, en este sintético y esquemático aporte. Sin embargo, el periodista turco Erman Çete argumenta que no es razonable esperar un alineamiento tan lineal, según explica en esta columna del sitio The Cradle.

Mucho más interesante resulta leer los reportajes que provienen del mismo Estambul, como el que público el miércoles la periodista freelance, Lara Villalón, en el sitio especializado OrientXXI. La propia Villalón tuitió ayer imágenes del cierre de campaña de Erdogán, desde la mesquita de Santa Sofía en la capital turca, donde en plena pandemia el actual presidente brindó un recordado discurso para reflotar el islamismo político. Otro hito que influirá en el desenlace del comicio es el terremoto que tuvo lugar en febrero: esta excelente crónica de viaje del ciclista y escritor Julian Sayarer, aparecida el jueves en la revista Noema, describe la vida cotidiana en diferentes regiones y el estado de animo colectivo de cara a las elecciones.

Pero nuestra recomendación especial es “la carta del domingo” de la fundamental revista Le Grand Continent, escrita por Baptiste Roger-Lacan. Una pieza realmente sugerente, llena de matices e imágenes conceptuales.

El jueves último a las 11 y 59 de la noche expiró la validez del famoso Título 42 perteneciente a Ley de Servicios de Salud Pública (data de 1944), que el expresidente Trump aplicó para quienes ingresaran de manera ilegal a los Estados Unidos, aprovechando la pandemia para endurecer la política migratoria. Dicha norma preveía la deportación inmediata hacia el último país de tránsito, en lugar de ser remitidos hacia los centros migratorios donde debe analizarse la situación de las personas que ingresan. 2 millones 800 mil personas fueron expulsadas de esta manera en apenas tres años.

Este artículo publicado el viernes por el sitio Misión Verdad explica con detalle la trama política y legal que llevó a la administración Biden a remover el arbitrario código, de consecuencias nefastas. “En los próximos días y semanas gestionar el elevado número de inmigrantes de forma segura y ordenada será el mayor reto”, afirma la periodista Eileen Sullivan en un informe publicado el martes por The New York Times. Otro artículo del mismo diario aparecido el jueves explica cómo será a partir de ahora el intrincado sistema de admisión o rechazo por parte de las autoridades norteamericanas.

Obviamente, el principal foco de conflicto está en la frontera sur de los Estados Unidos, donde cientos de miles de latinoamericanos acuden para intentar cruzar a territorio yanqui. El presidente Joe Biden abrió el paraguas en declaraciones emitidas martes, al admitir que “la situación será caótica por un tiempo”, mientras el mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador denunció que los traficantes de personas estaban agitando a los migrantes a movilizarse hacia la frontera. Pero según el diario Los Ángeles Times, la situación el viernes era relativamente tranquila.

Adam Isacson, analista de la oenegé Wola, con sede en Washington, es quizás el principal especialista en la materia, y cada viernes escribe un reporte de “actualización semanal” sobre la frontera México–Estados Unidos. El último, “Finaliza el Título 42”, contiene toda la información relevante sobre el suceso. El mismo viernes Isacson publicó un artículo que aquí te recomendamos, con su interpretación sobre lo que va a suceder en los próximos meses.

“La huelga de WGA es una batalla existencial por el futuro de la profesión”: quizás esa sea la consigna principal del paro por tiempo indeterminado convocado por el Sindicato de Guionistas de Estados Unidos (WGA, por sus siglas en inglés) a partir del 2 de mayo. En la página del gremio podés seguir los piquetes y manifestaciones de un conflicto que ya cumplió 13 días y está en boca de todes.

El pliego de reivindicaciones presentado por los guionistas fue contestado de manera insatisfactoria por la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP). Y apenas el primer día de huelga las principales plataformas como Disney y Netflix perdieron billones de dólares, según este tuit del exitoso guionista Dan Signer. Además, ya hay varias series detenidas por la medida de fuerza. Y el presidente Biden abogó por una resolución pronta, en la que los trabajadores logren satisfacer sus reclamos. Y aunque el espíritu de quienes protestan parece alto, este interesante artículo del investigador Vishal Shankar, aparecido el viernes en el sitio The American Prospect (“ideas, politics and power”), anticipa la posible operación de agentes de relaciones públicas con claras intenciones rompehuelgas.

Este martes comenzó la segunda semana de conflicto y como se ve en este tuit de Merigan Mulhern, otra “guionista combativa”, una de las principales denuncias tiene que ver con la asimétrica repartición de los beneficios. Es lo que explica muy bien esta nota del editor de economía de la revista The Hollywood Reporter, Georg Szalai. Pero los problemas que más irritan a les huelguistas son tres, como explica en este artículo publicado por el sitio In These Times, escrito por la cineasta queer Jireh Deng: a) la disminución del pago de honorarios que provocó la emergencia de las plataformas; b) el peligro de potenciales despidos a partir de la aplicación de inteligencia artificial para la escritura en la industria del cine; y c) la precarización del laburo que implica la disminución de guionistas en cada proyecto.

Esta columna del escritor Josh Gondelman habla en primera persona, y se nota la potencia. El artículo más interesante y completo que encontramos lo escribió Andrew Wolf, para el sitio Jacobin Mag, que evalúa la proyección de esta lucha.

Hace diez días la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), perteneciente a la Organización de Estados Americanos (OEA), dio a conocer un duro informe sobre “La situación de los Derechos Humanos en Perú, en el contexto de las prorestas sociales”. La presidenta Dina Boluarte rechazó algunas de sus conclusiones.

Pero esta semana el sitio de investigación periodística Ojo Público, con el apoyo de la fundación Oxfam y la agencia flamenca Broederlijk Delen, publicó un impresionante especial fotográfico de consulta obligatoria. El material muestra la potencia del pasaje del duelo a la rabia, en lo que consideran el período más violento de la democracia peruana. Los textos y las fotos fueron hilvanados de manera colectiva por tres redactoras y tres fotográfos.